Cuando uno tiene palabra de honor suele tomar aquellas que les dicen y las que escucha, también con honor y asumiendo que se dicen con convicción y verdad.
Cuando fallamos en la palabra dicha, muchas veces decimos: "pensé que no habías creído todo lo que dije o no pensé que lo tomases de verdad"
Cuando préstas dinero con palabra empeñada de garantía, no hay forma de resarcirse diciendo lo contrario o cuando las parejas se dicen que ya no se aman, para una u otra parte puede serle lapidari@.
Decía Elias Canetti en La antorcha al oido (novela filosófica): "podemos metamorfosearnos para darle un tono diferente a lo que decimos, pero lo que decimos no puede tomar otra forma de lo que se entiende literalmente mucho mas cuando sabemos que el quien lo oye va a tomarlo tal cual lo escucha". O en Fausto, cuando este le pide a Mefistófeles nunca envejecer, pero ya cansado de ver que "todos pasan y él se va quedando": "acaso creía yo que no me pesaría los años de juventud y ahora ver que no puedo envejecer junto a la quien amo, es más que un cruel castigo y solo por el egoísmo de haber pedido no envejecer" A lo que Mefistofeles le dice: "fue tu palabra empeñada"
Mucho cuidado con lo que se dice...