Antes solía llorar mucho sea de alegría, de nostalgia, de emoción o de tristeza; igual, mis lágrimas fluían pues normalmente cuando lloro lo hago junto con abundantes lágrimas.
Ahora mis emociones son negras, de luto y pena, y mis lágrimas que las acompañan son de mucho y profundo dolor. La muerte de mi mamá me marcó profundamente y sin haber sanado devino la muerte de mi hermana, la muerte de mi padre y, metafóricamente, mi propia muerte; una muerte que yo mismo lo siento, que yo mismo lo vivo, del que yo mismo soy testigo y actor principal y del que pareciese no hay escape...pues digo no será hoy, ni mañana pero en algún momento será...aunque a veces me digo: "creo que ya es hora"
Mi vida va transcurriendo con son y ton. La gente me ve, nos reímos, bailamos, tomamos café, renegamos y brindamos pero ¿acaso saben que soy un difunto? pues como llamarlo a quien no siente a su corazón palpitar igual y agudamente como antes; sé que mi curación ha empezado a penas, lo sé pero es como si no quiese sanar...siento que sano cuando sonrío pero ahora sonrío poco, con pocas gentes que sí se merecen sea sano y esté sano con ell@s...
Mi única esperanza es aferrarme a las tres razones que tengo para seguir: "mis amadas hijas" quienes representan el espacio y tiempo para lucharla contra los demonios que ahora casi me han capturado o yo lo siento así...
Volveremos y sé que con mucha luz y fuerza: "brillando como quería mamá que fuese siempre, sea aún lejos de ella o a su lado"...
