lunes, octubre 19, 2020

La carta de mamá

Mi mamá solía escribir poco, era poco expresiva con el lápiz y papel, lo que contrastaba con su amor físico y verbal, pues siempre nos abrazaba y solía decirnos que nos amaba.

Sus engreimientos iban desde un hijito lindo, papachito de mi vida, amorcito entre otras grandezas.

Quiero compartir parte de la carta que nos hizo llegar en la fecha dateada... 

Como hace varios meses dije que mi mamá fue de aquellas personas que tuvo una vida muy sacrificada como creo lo tienen todas las buenas madres, pues ellas sonríen sin querer, a las buenas madres el cansancio las consume pero el corazón las mantiene en pie, las buenas madres se van a dormir con la intranquilidad de saber si sus hijos ya descansan o si están bien, las buenas madres aguantan estoicamente los avatares del día a día y muchas quieren que el sueño dure mucho pues saben que al día siguiente será de una lucha constante. Yo guardo muchos recuerdos de mi madre, muchas anécdotas y guardé la única carta que nos escribió durante mis primeros años en Lima y sobre la cual escribo...

 

Mami, besos y abrazos para ti, en donde quieras que estés y recíbelos porque me quedé con las ganas de dártelos pero creo que cumplí como hijo,

Yo siempre sabré que nos adorabas, nos amabas, nos pensabas y nos mimabas en silencio hasta el último día en que decidiste tomar ese largo sueño del que ya no despertaste y te fuiste para siempre...

Sé que a nadie le importa lo que te escribo y quisiera guardármelo solo para mí, pero es la única forma que tengo de desahogarme; yo sí fui extremadamente demostrativo con mi amor, te lo prodigué y es por eso que mi prosa recoge lo que acaso no pude darte. 

Tu voz resuena en mi mente, oigo tus llamados, esos que me hacías al decirme: hijito cuando vienes?". No es cierto que deba olvidarte y no puedo ser fuerte ante tu ausencia.


jueves, septiembre 10, 2020

Te amo...yo también

Te amo...yo también...

Fue una de las pocas veces que pudiste decírmelo verbalmente y se me quedará marcado como uno de mis sonidos mentales más profundos; sin embargo, casi nunca hizo falta que me lo digas pues siempre me lo manifestaste en el acto, en la mirada y en los cuidados.

Ese papachito lindo fue para mi lo único que hacía falta de parte tuya para comprender que me amabas inmensamente.

Ma, no hay días que no piense en ti y ya han pasado 92 desde que ya no te escucho; ya no lloro como antes ahora lloro como comprendiendo "que ya no estas", antes lo hacía con el convencimiento de que "pudo ser un error y que no era cierto de que ya no estabas". Ahora uno va comprendiendo de que debemos continuar con ese pequeño dolor, profundo y continuo.

Decía un poeta: 

"¡Y después de tántas palabras, sobrevive la palabra!

..............

Se dirá que tenemos

en uno de los ojos mucha pena

y también en el otro, mucha pena

y en los dos, cuando miran, mucha pena....

Entonces...¡Claro!...Entonces...¡ni palabra!

Y yo ma, escribo para eso, para que mis palabras se lleven la pena de mis ojos, la pena de mi mente y la pena de mi corazón...y me deje vivir tranquilo con tu recuerdo.

Hoy conmemoramos tres meses de tu partida y ya voy aceptándolo...

Un beso al cielo amor mío y tenlo por seguro que siempre haré honor a lo que a ti te gustaba: "extrañarte siempre". Amo la vida y amo estar vivo, aunque cuando te pienso "hay ganas de no haber tenido corazón"



lunes, agosto 10, 2020

Hola mamá, te extraño con el corazón y el pensamiento.

Te extraño con el corazón y el pensamiento.

Día 62 del que no hablamos, nos hemos distanciado sin decirnos nada y sin siquiera poder vernos. Realmente te extraño, te extraño inconsolablemente y "mi corazón lo siente".

En algún momento del día, no hay día en la que me mirada se pierda en la profundidad del recuerdo y saque aquellos momentos de oro que viví a tu lado: "lo recuerdo todo". Escucho tu voz, la voz de siempre, la que tuviste hasta los 60 años, y la que nos acompañó desde hace 4 años, cuando te fuiste por primera vez.
Mami, cada instante que pasé a tu lado fue generoso. Tuviste una vida tan sacrificada y sonreías solo para hacernos ver que tu fortaleza era más grande; sin embargo, cuando te pienso no sé porque no puedo verte sonriendo.

Me será difícil acostumbrarme a tu ausencia, a la ausencia de tu cariño, a ya no escucharte decirme: "hola hijito"

La vez pasada, uno de mis tíos me preguntó ¿sobrino, cuándo vienes?, y sabes, no supe qué responder, no supe que decir y, sin ganas, elucubré una respuesta: "tío, cuanto quisiera viajar, ganas no me faltan!!!"; sin embargo, no hay momento en el que deje de preguntarme ¿cómo será cuando viaje a verte? y tengo tanto miedo de no verte. Mi corazón y mis pensamientos saben que nos estás, pero no quiero comprobarlo, pues extrañaré tu abrazo de bienvenida y, ciertamente, "tus pequeñas quejas"

Estoy como cuando C. Vallejo, decía:

"Todos saben que vivo,
que mastico...Y no saben
por qué en mi verso chirrian,
oscuro sinsabor de féretro,
luyidos vientos
desenroscados de la Esfinge
preguntona del Destierro".

Te extraño como un niño carente de amor paladino y férreo; te extraño porque quiero extrañarte...

Un beso al cielo amor mío y tenlo por seguro que siempre haré honor a lo que a ti te gustaba: "extrañarte siempre". Amo la vida y amo estar vivo, aunque cuando te pienso "hay ganas de no haber tenido corazón".


lunes, junio 22, 2020

Mi ángel no era solo mío

Mamá, ya pasaron 12 días desde que partiste a la eternidad del cual no sabemos como es y no queremos saber.

Han pasado poquísimos días que, la verdad, los siento extensos. Te extraño mucho pero ya no es momento de solo decírtelo yo, de solo pensar en mí, pues sé que mi padre (tu cholito), mi hermano (tu hijito, la luz de tus ojos), mis hermanitas (tus hijitas) y tus niet@s también lo hacen.

Sabes, hay momentos cortos pero profundos en los que reflexiono en el "¿qué hubiese sido si?" pero esos momentos son dolorosos y ya no quiero, pero aun así no te quiero soltar; tu imagen es constante con ese gesto de: "yo quiero que me engrían o el ya verán". 

Te pido perdón mami, y me cuesta no habértelo dicho y no haber sido sincero contigo desde hace 4 años cuando pasó lo del ACV. Yo siempre supe que era un viaje sin retorno pues las secuelas fueron profundas y los especialistas solo hablaban de darte "calidad de vida". Sabes, lo hacía porque quería que te aferrases a la vida y sintieras la necesidad de seguir hacia adelante pues siempre supiste luchar contra la adversidad y eso tú me lo enseñaste. Mis hermanas y mi padre, hicieron todo lo que estuvo a su alcance y sé que tú lo sabías, pues tú me lo decías cuando tú y yo compartíamos momentos de escape, esos que te gustaban cuando íbamos al mercado a comprar para el desayuno o cuando te llevaba al cementerio a visitar a tu hijita que se fue hace 32 años o cuando nos íbamos a comer algo. Yo siempre las entendí y entiendo aunque solo pude decírselos con actos y no verbalmente.

Mami, te fuiste en silencio durante la profundidad de la noche pues ese día nadie me llamó o escribió durante la madrugada para decirme: "mamá está mal". Esa noche decidiste dormir profundamente y dejar descansar a tu cholo, mi padre". Nadie, absolutamente nadie además de nosotros, sabe de los avatares que pasaron mis hermanas durante esas largas noches de insomnio.

Gracias por enseñarnos a ser buenos hijos. Creo que cumplimos muy bien pues hicimos lo que hiciste con nosotros cuando fuimos pequeños: "te aseamos, te dimos de comer, te llevamos a pasear y, sobre todo, te amamos todos los días y eso te lo dijimos en vida"

Ahora te escribo con la lucidez y la madurez que el momento lo requiere, o al menos eso creo, pues sí que la estamos pasando mal acá en el mundo terrenal y vivimos de miedo constante. Mis momentos de ausencia son en algunas noches y sé que pasará pero de a poco.

Hoy me gusta la vida mucho menos pero siempre me gusta vivir...ya lo decía.

jueves, junio 11, 2020

Mamá se ha ido

Yo extraño a mamá

No hay día que deje de pensar en mi mamá, mas ahora que ya no está físicamente entre nosotros: "duermo pensando en ella y despierto pensando en ella".

Muchos dicen que madre es madre, y muchas veces no se ponen a pensar el valor de esta frase. En ella se resume el aire, el agua y la tierra.

Yo voy a hablarles de mi madre. La grandeza de mi madre no solo es habernos amado desde que estuvimos en su vientre sino que ella lo demuestra siempre; un ejemplo de esto es el acto de amor cada vez que vamos al cementerio a visitar a su hija Sugelia, muerta hace 33 años. Cada vez que se para frente a su nicho y toca su lápida le habla como si ella la escuchase y le dice: "mi amor, ¿por qué?, ¿por qué?, mi hija hermosa"; o cuando en aquellas veces de nuestros inicios en Lima, cuando hablábamos por teléfono, nosotros en Lima y ella en Madre de Dios, nunca dejó de preguntarnos si habíamos comido bien y siempre ofreciendo enviar "aunque sea S/100 para alguito o eso de "les estamos enviando 5 kilitos de carne"; esto último, representa y representó una de los detalles mas grandes de mi madre pues renunciaba a su necesidad para tratar de cubrir nuestra necesidad; además, me dejaba concluir que ella se preocupaba a la distancia de sus "hijitos".


Mamá se ha ido y la extraño.

La primera parte de su ausencia fue en marzo de 2016, cuando ella sufrió un Accidente Cerebrovascular (ACV), un tipo de derrame cerebral. Desde aquella vez todo cambió para siempre. Mamá no se recuperó bien y las secuelas nos pasaron factura a todos. El caso de mamá es que por "mala suerte" ella está dentro de aquellos casos del 0.1% en la que las personas que sufren el ACV forman parte de los que padecen de angustia severa, stress y otras paranoias permamentes; además, mamá era inestable al caminar y su mano izquierda era disfuncional. ¿Qué hacer? los médicos, psicólogos y psiquiatras me dicen que "debemos darle calidad de vida". ¡Mamá ya no estaba entre nosotros y creo que no lo estamos entendiendo!

Ahora, desde hace un mes, nos encontramos de duelo y con un pesar en el alma que nunca pasará pues mamá murió durante la madrugada mientras dormía. No sabemos de las circunstancias pero el hecho es que ya no está. El día 22 después de su muerte, mi mente me hizo una jugada cruel cuando, mientras acomodábamos las cosas al final del día, reaccioné como si recién supiese que mamá había muerto: "¿Cómo que mi mamá no está?"

Felizmente ya estamos mas calmados y avanzando. Quienes han pasado por este proceso entienden que los recuerdos se mantendrán por siempre, mas aún cuando los hijos somos o fuimos íntimos con mamá o papá. "Solo les digo que ser íntimos con ellos es lo más grande que podemos hacer, pues muchas veces somos el único refugio de desfogue con el que cuentan y ellos solo quieren que los escuchemos, y casi siempre no lo hacemos por el devenir superfluo de los días".

Quiero agradecer a mi familia, que siempre se portaron y portarán a la altura de las circunstancias manteniendo las atenciones que piden los protocolos en determinadas circunstancias; en este proceso que no es muy largo, quiero reafirmar abiertamente mi aprecio, cariño y consideración a mis amigos que se portaron a la altura de las circunstancias y supieron interpretar el dolor ajeno, respetando mi espacio y esperar que sea yo quien los contactara. Hicieron lo que debieron hacer y eso tiene mucho valor para mí.

Mami, te mando un beso inmenso hasta el cielo, siempre te amé en vida y te lo dije, ahora te amo más; mis ojos tienen un halo de tristeza que irá recuperando su brillo mientras pase el tiempo y me dé cuenta de que ya no estas: "te amo, nunca lo olvides mi primer amor"