Como hace varios meses dije que mi mamá fue de aquellas personas que tuvo una vida muy sacrificada como creo lo tienen todas las buenas madres, pues ellas sonríen sin querer, a las buenas madres el cansancio las consume pero el corazón las mantiene en pie, las buenas madres se van a dormir con la intranquilidad de saber si sus hijos ya descansan o si están bien, las buenas madres aguantan estoicamente los avatares del día a día y muchas quieren que el sueño dure mucho pues saben que al día siguiente será de una lucha constante. Yo guardo muchos recuerdos de mi madre, muchas anécdotas y guardé la única carta que nos escribió durante mis primeros años en Lima y sobre la cual escribo...
Inspirar a las personas es recordarles sus vivencias diarias. La vida no es la que uno vivió sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla.
lunes, octubre 19, 2020
La carta de mamá
jueves, septiembre 10, 2020
Te amo...yo también
Te amo...yo también...
Fue una de las pocas veces que pudiste decírmelo verbalmente y se me quedará marcado como uno de mis sonidos mentales más profundos; sin embargo, casi nunca hizo falta que me lo digas pues siempre me lo manifestaste en el acto, en la mirada y en los cuidados.
Ese papachito lindo fue para mi lo único que hacía falta de parte tuya para comprender que me amabas inmensamente.
Ma, no hay días que no piense en ti y ya han pasado 92 desde que ya no te escucho; ya no lloro como antes ahora lloro como comprendiendo "que ya no estas", antes lo hacía con el convencimiento de que "pudo ser un error y que no era cierto de que ya no estabas". Ahora uno va comprendiendo de que debemos continuar con ese pequeño dolor, profundo y continuo.
Decía un poeta:
"¡Y después de tántas palabras, sobrevive la palabra!
..............
Se dirá que tenemos
en uno de los ojos mucha pena
y también en el otro, mucha pena
y en los dos, cuando miran, mucha pena....
Entonces...¡Claro!...Entonces...¡ni palabra!
Y yo ma, escribo para eso, para que mis palabras se lleven la pena de mis ojos, la pena de mi mente y la pena de mi corazón...y me deje vivir tranquilo con tu recuerdo.
Hoy conmemoramos tres meses de tu partida y ya voy aceptándolo...
Un beso al cielo amor mío y tenlo por seguro que siempre haré honor a lo que a ti te gustaba: "extrañarte siempre". Amo la vida y amo estar vivo, aunque cuando te pienso "hay ganas de no haber tenido corazón"