martes, enero 20, 2015

Un feliz cumpleaños

A la mitad del viaje de nuestra vida, me encontré en una selva oscura por haberme apartado del camino recto.


Estás líneas corresponde a las primeras que se pueden leer en la Divina Comedia, una obra majestuosa escrita por Dante Alighieri, obra que empecé a leerlo ayer a las 00:00 horas.


Al referirse Dante "a la mitad del viaje de nuestra vida", según sus comentadores, este contaba con 35 años de edad, edad en la que bajó al infierno, termino medio de nuestra vida. Los círculos del infierno corresponden a las primeras páginas de esta obra fenomenal.


Ayer 20 de enero de 2015, acabo de cumplir 35 años pero no siento que sea un infierno debido a que esta edad es fenomenal, encuentras un equilibrio emocional estable, con las ideas más claras, con esperanzas muy fuertes y con una voluntad de continuar descubriéndome a mi mismo.


Mis regalos empezaron a llegar en la madrugada, un beso y abrazo de mi esposa con un feliz cumpleaños que se prolongó durante toda la madrugada; el abrazo de mi hija al amanecer, mi suegra con el abrazo y de regalo una toalla (no sé si querrá que me bañe todos los días), mi suegro con el desayuno y el café listo; mi madre y padre me llamaron acurrucándome con su engreimiento respectivo (los amo); mi hermano Igor que me llamó pero no le contesté luego lo llamé yo para que me saludara; mis hermanas que me escribieron al face; en el trabajo un abrazo de mis compañeros y de mi jefe, además me entregaron una tarjeta firmada por cada uno de ellos (buen síntoma); mi buen amigo Renzo que me llamó y yo desalentándolo con un "solo mis amigos pueden escribir en mi muro" jajaja. Luego, recibí la llamada de Enzo, fue bueno; fui a almorzar con Sergio, un buen tipo con el que da gusto conversar y compartir momentos importantes; mi amiga Verónica que recién me escribe a través de un msn a una hora antes de que se termine el día; llegué a mi casa y mi hija me dio un gran beso; reviso el face y mis grandes amigos saludándome y refrendando nuestra gran amistad, del que me llamó la atención fue el extenso mensaje que me envió Segundo nunca lo había notado tan sincero y especial. También me saludaron mis amigos de la universidad.


Bajo este contexto, el día fue bueno a pesar de haberlo regalado al trabajo; además, sólo una compañera me escribió un e-mail.


Ya se terminó el día  y los saludos fueron suficientes. Aunque sólo es perdonable algunos de mis apreciados amigos aunque tendrán que reivindicarse jajaja.


Estoy por publicar este pequeña referencia de mi día y encuentro un correo de mi gran amigo William Ramírez. Gracias brother.

No hay comentarios.: