viernes, mayo 09, 2014

Mi abuelo, un gran hombre.

Mi abuelo era lindo.

Recordar a mi abuelo, es rememorar gratos momentos en familia. Papá natico (seudónimo de José Natividad) nació en 1907 y desde pequeño, según sus propias palabras, tuvo ciertas destrezas que lo hicieron diferente.

Mi mas profundos recuerdos de mi abuelo se remontan a una caminata que hice con él aproximadamente cuando yo tenía 11 años, cuando fui a visitarle a su casa y atinó a enviarme comprar una botella de alcohol yodado, que nunca logré encontrarlo. El asunto es que papá natico, muy diligente me dijo: ven, te ensañaré donde es para que ya no te pierdas en otra; es decir, siempre me enviaría a comprar. Mi abuelo caminaba velozmente, no le podíamos seguir el paso y siempre nos llevaba la delantera. Mi abuelo era chiquito pero veloz y como dije, no le podía seguir los pasos. Recordar a mi abuelo, es recordar su genial gorrita de Jorge Chávez, que atino a decir sólo lo usan los hombres elegantes, los gallardos y valientes.

La mamita clemencia me contó alguna vez que papá natico no era de bailar mucho, a diferencia de ella. Ella es una mujer a quien el baile siempre le gustó. Mamita me contó en aquella oportunidad que cuando ella salía a bailar en las festividades del pueblo (sano en aquellos años y de ambiente puro), papá natico siempre solía esperarla montando en su caballo y fumando su tabaco, la recogía al final de la fiesta y se la llevaba a la casa, a la casa que tenían en la chacra, en Rompeolas. Tener caballo en esos tiempos equivalía a tener un Porche, un Audi, un Mercedes Benz (o como se escriba).

Mi abuelo tenía una memoria única, lúcido en todo momento, expectante en cada instante para aprender cosas nuevas y sobre todo, nunca se cansaba. Una vez conversaba con él hace aproximadamente 10 años, cuando él tenía 95 o 96 años y me dijo una frase grandiosa: "ahora sí me siento cansado". Maravillosa frase que hasta ahora la rememoro cada vez que necesito darme ánimos cuando me siento desfallecer, a mi edad, cuando actualmente tengo 34 años y digo: "que cansado me siento".

Dije que mi abuelo fue un genio y siempre veía la utilidad en las cosas, por mas que sean viejas y usadas. Posiblemente un objeto a vista de un hombre común no servía, pero nuestro papá nativo le daba valor, lo reparaba y lo ponía en utilidad.

Abuelo lindo, el tiempo que estuviste con nosotros y los momentos que compartimos fueron realmente maravillosos. Con nuestra abuela formaron el mejor equipo de padres que la vida pudo dar. La abuela te extraña ya que fueron el uno para el otro en todo momento desde junio de 1934, cuando se casaron. Somos felices de tenerla y nos conmovemos de tan solo pensar en su soledad. Gracias por haber sido un maravilloso hombre a quien todos amamos y amaremos por siempre, al igual que a la mamita.

Recuerdo que cuando celebraste tus cien años, en el 2007, mi padre tomó la palabra y dijo: "estoy feliz porque mi padre cumple hoy los 100 difíciles años, que tan difícil es llegar a los 100 años. Mis padres son el sostén y la unión para que en el la familia exista armonía; hoy papá, te agradezco y te felicito, y te deseo que nos acompañes muchísimos años mas". Después de esto, mi abuelo tomó la palabra y dijo algo hermoso: "...agradezco a ustedes al venir a felicitarme y a saludarme, por eso estoy orgulloso de ustedes por ser unos buenos hijos, unos buenos hermanos....y deseo que hoy pasemos un día feliz. Yo todos los días decía "esta noche no más", pero ahora me siento contento y ojalá viva un par de años más. Les agradezco bastante que estemos en buenas relaciones con todos".

Los de la tercera generación tenemos mucho trabajo por hacer para que tu sueño de la familia unida aún se conserve.

Por siempre te amaremos.

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